VARIEDADES
DIAFÁSICAS:
La variedad lingüística hace referencia a la diversidad de usos de una misma lengua según la situación comunicativa, geográfica o histórica en que se emplea y según el nivel de conocimiento lingüístico de quien la utiliza. Así pues, en función de la variable que interviene, se distinguen cuatro tipos de variedades: las variedades funcionales o diafásicas (los registros de lengua), las variedades socioculturales o diastráticas (los niveles de lengua), las variedades geográficas o diatópicas (los dialectos) y las variedades históricas o diacrónicas.
Las variedades diafásicas se refieren a los usos lingüísticos exigidos por cada situación, en la que el hablante, o bien mide el alcance de sus palabras, como en una entrevista, un discurso, una conferencia..., o bien hace un uso relajado y espontáneo del lenguaje, como ocurre al hablar con la familia o con los amigos.
Las situaciones del primer grupo pertenecerían a un registro formal, mientras que las del segundo pertenecerían a un registro informal o coloquial. Los límites entre ambos registros no son tajantes, por lo que se puede hablar de
situaciones intermedias.
La variedad diafásica está condicionada por tres factores: el oyente y el hablante, el marco en el que se produce la intercomunicación y el tema del que se habla.
* El hablante y el oyente.
La relación entre hablante y oyente determina en gran medida nuestra elección de una variante. Las lenguas poseen formas de expresar la mayor o menor formalidad de la situación. El español, por ejemplo, posee distintas maneras de dirigirnos a nuestro interlocutor. Sin embargo, no las utilizamos en las mismas circunstancias comunicativas. (Don o Doña y usted son formas de respeto, las utilizamos cuando no conocemos a nuestro interlocutor o cuando su posición social así lo exige). Sin embargo, cuando se generaliza un determinado uso se produce su desvirtuación como fórmula de tratamiento y pasa a ser despectivo, como sucedió con vos en los Siglos de Oro. Algo similar parece suceder hoy con usted, que puede indicar respeto, pero también distanciamiento o enfado con respecto a nuestro interlocutor.
*El marco de la comunicación
No nos vestimos igual para ir a clase que para ir a una boda o a una entrevista de trabajo. Y lo mismo sucede con nuestra actividad verbal. Nadie se expresa de la misma manera –o no debe hacerlo si quiere tener éxito- en su casa, en clase o en una entrevista de trabajo. Con el término marco designamos el entorno de la comunicación como elemento de variación en el uso de la lengua.
*Tema:
Por último, nuestro uso lingüístico también está condicionado por el tema de que hablemos. No hablamos de igual manera de nuestra vida privada, nuestras aficiones, nuestro trabajo o nuestras ideas: la formalidad varía en cada caso. Esto sucede porque los temas de conversación suelen responder a situaciones comunicativas específicas y, en consecuencia, asociamos los temas con los niveles de formalidad (no hablamos de la misma forma de nuestro entretenimiento favorito, de nuestros problemas con las matemáticas o de nuestra forma de entender la amistad o el amor).
Atendiendo a estos factores distinguimos una variante formal de otra coloquial y de las jergas.
- Variante o registro formal. Se aproxima a la lengua escrita y culta, pero puede darse en la oral en conferencias, exposiciones, clases magistrales... El estilo formal requiere mayor organización sintáctica y una cuidada selección léxica.
- Variante o registro coloquial. Es característica de la lengua oral, pero puede aparecer en la escrita, en cartas familiares o amistosas o cuando se desea imitar el estilo oral (textos teatrales, diálogos entre personajes de una narración).
http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/variedadlinguistica.htm
www.auladeletras.net/material/variedad.PDF
http://es.wikipedia.org/wiki/Variedad_ling%C3%BC%C3%ADstica
Nerea Huerga
David Huertas
Lorena Legaspi
Tania López
Lucía López
Beatriz Loureiro
Rita Mondragón